panna cotta de frambuesas

Panna cotta de frambuesa y vainilla

La panna cotta de frambuesa y vainilla es una opción perfecta si buscas un postre que combine sencillez, elegancia y un sabor excepcional. Este clásico italiano, caracterizado por su textura suave y cremosa, se eleva con el toque natural y vibrante de las frambuesas frescas de Huelva. Con ingredientes sencillos y sin necesidad de horno, es una receta accesible para sorprender a la familia con un postre saludable y delicioso, sin complicaciones.

En Cuna de Platero, entendemos la importancia de elegir productos frescos y de calidad. Nuestras frambuesas son el complemento ideal para este postre. Además de aportar un color llamativo, las frambuessas ofrecen numerosos beneficios y están llenas de antioxidantes y vitaminas, convirtiendo este dulce en una opción saludable y nutritiva. ¿Te animas a probar esta receta fácil y deliciosa?

Ingredientes

  • 250 g de frambuesas de Cuna de Platero
  • 500 ml de nata líquida para montar
  • 1 vaina de vainilla o extracto de vainilla
  • 100 g de azúcar (o sustituto como estevia, eritritol, monkfruit…)
  • 3 hojas de gelatina
  • 100 g de azúcar (para el coulis de frambuesa)
  • Unas gotas de zumo de limón

Pasos para la preparación de la panna cotta de frambuesa y vainilla

El primer paso para preparar esta deliciosa panna cotta de frambuesa y vainilla es reunir todos los ingredientes. Asegúrate de utilizar productos frescos y de calidad, como las frambuesas de Cuna de Platero, que aportarán un sabor y color inigualables a tu postre. Ten a mano la nata líquida, el azúcar, la vaina de vainilla o el extracto, y las hojas de gelatina.

Para el coulis de frambuesa, también necesitarás frambuesas frescas, azúcar y unas gotas de zumo de limón. Organizar bien los ingredientes antes de empezar es clave para que la receta fluya sin problemas y puedas disfrutar del proceso de cocinado.

panna cotta de frambuesa y vainilla - ingredientes

Paso 1: Calentar la nata y la vainilla

En una cacerola, vierte la nata líquida junto con el azúcar y la vaina de vainilla abierta a lo largo (o el extracto si lo prefieres). Lleva esta mezcla a fuego medio y remueve con cuidado para disolver el azúcar. Deja que la mezcla se caliente poco a poco, pero sin llegar a hervir.

El calor permitirá que la vainilla libere todo su aroma y sabor, impregnando la nata. Si utilizas una vaina de vainilla, asegúrate de raspar las semillas y añadirlas a la mezcla. Este paso es fundamental para darle a tu panna cotta ese toque cremoso y fragante que tanto la caracteriza.

panna cotta de frambuesa y vainilla - hidratar gelatina

Paso 2: Hidratar la gelatina

Mientras la nata se calienta, coloca las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría. Deja que se hidraten durante unos minutos hasta que se vuelvan blandas. 

Este proceso es esencial para que la gelatina se integre bien en la panna cotta y consiga la consistencia perfecta. Una vez que la gelatina esté hidratada, escúrrela bien y resérvala para añadirla al final de la preparación. Este paso te permitirá conseguir una textura firme pero delicada, sin afectar el sabor de tu postre.

panna cotta de frambuesa y vainilla hidratar gelatina

Paso 2: Mezclar la gelatina con la nata

Cuando la nata con vainilla esté lista, retírala del fuego y añade las hojas de gelatina previamente hidratadas. Remueve suavemente hasta que la gelatina se disuelva por completo en la mezcla caliente. Este paso es crucial para que la panna cotta adquiera la consistencia adecuada una vez refrigerada.

Vierte la mezcla en moldes individuales o en un molde grande, según tu preferencia. Deja que la panna cotta se enfríe a temperatura ambiente antes de llevarla al frigorífico. Refrigérala durante al menos cuatro horas para que cuaje correctamente.

panna cotta de frambuesa y vainilla - Mezclar la gelatina con la nata

Paso 3: Preparar el coulis de frambuesa

Para el coulis, coloca las frambuesas frescas de Cuna de Platero en un cazo junto con el azúcar y unas gotas de zumo de limón. Cocina a fuego medio hasta que las frambuesas se deshagan y el azúcar se disuelva por completo. Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue.

Una vez que tengas una salsa suave, pásala por un colador para eliminar las semillas y conseguir un coulis fino y delicioso. Este toque de frambuesa aportará un contraste refrescante y ácido que equilibra a la perfección la suavidad de la panna cotta. También puedes seguir nuestra receta de mermelada de frambuesas sin azúcar: Un toque dulce y saludable.

panna cotta de frambuesa y vainilla - coulis

Paso 4: Montar y servir

Cuando la panna cotta esté bien cuajada, es el momento de desmoldarla con cuidado. Puedes pasar un cuchillo por los bordes del molde para facilitar el proceso. Si utilizaste moldes individuales, el resultado será aún más elegante y atractivo a la vista.

Para servir, añade el coulis de frambuesa por encima o a un lado del postre. Puedes decorar con algunas frambuesas frescas para darle un toque final. ¡Listo! Ya tienes un postre que combina lo mejor de la vainilla con el frescor de las frambuesas de temporada.

Panna cotta de frambuesa y vainilla - servir

Consejos útiles

  • Conservación adecuada de la panna cotta: una de las ventajas de la panna cotta es que puedes prepararla con antelación y guardarla en el refrigerador hasta por cinco días. Para mantenerla en óptimas condiciones, cubre las copas o moldes con film transparente. Esto evitará que absorban olores de otros alimentos, preservando su frescura y sabor original.
  • Variaciones para personalizar tu panna cotta: la panna cotta es una receta versátil que admite numerosas variaciones. Puedes añadir capas de puré de otras frutas de temporada como fresas o arándanos para dar un toque de color y sabor. Si prefieres un perfil diferente al de la vainilla, el extracto de almendra puede ser una alternativa deliciosa.
  • Presentación: sirve la panna cotta en copas de vino o pequeños tarros de cristal para darle un toque sofisticado. Decora con frambuesas frescas de Cuna de Platero y algunas hojas de menta para resaltar el color y aportar frescura. ¡El resultado será visualmente impactante y delicioso!

Preguntas frecuentes

¿Puedo utilizar gelatina en polvo en lugar de hojas de gelatina?

Sí, puedes sustituir las hojas de gelatina por gelatina en polvo. Generalmente, se utiliza alrededor de 5 gramos de gelatina en polvo por cada hoja que pide la receta original. Es fundamental hidratar la gelatina en polvo con agua fría antes de agregarla a la mezcla, tal como harías con las hojas de gelatina.

Este cambio no afecta la textura del postre si sigues los pasos correctamente. La panna cotta quedará igual de cremosa y firme, aunque algunas personas prefieren la consistencia que aportan las hojas de gelatina.

Absolutamente. Para una versión vegana o sin lácteos, puedes utilizar alternativas como crema de coco, leche de almendras o cualquier otra crema vegetal. Aunque la textura será ligeramente diferente, estas opciones funcionan bien y aportan su propio sabor distintivo, lo que hace que la receta sea accesible para quienes prefieren o necesitan evitar los lácteos.

El uso de gelatina vegetal o agar-agar también es una excelente opción en este tipo de preparaciones. Experimentar con diferentes cremas vegetales te permitirá encontrar la combinación que más te guste.

Para facilitar el desmolde de la panna cotta, un buen truco es engrasar ligeramente los moldes con aceite neutro o mojarlos con agua fría antes de verter la mezcla. Esto crea una fina capa que ayuda a que el postre se deslice mejor una vez que esté cuajado.

Además, asegúrate de que la panna cotta esté completamente firme antes de intentar desmoldarla. Si es necesario, puedes sumergir el molde en agua caliente durante unos segundos para ayudar a soltar los bordes.

El limón es importante en esta receta porque ayuda a mantener el color y resaltar el sabor natural de las frambuesas. También contribuye a la conservación de la mermelada. Sin embargo, si prefieres no utilizarlo, puedes omitirlo, aunque es recomendable para garantizar una mejor conservación de la mermelada casera.

Si decides prescindir del limón, te sugerimos consumir la mermelada en menos tiempo. Como alternativa, puedes optar por añadir otro ácido como el vinagre de manzana para un toque diferente.

Conclusión

Disfruta de esta exquisita panna cotta de frambuesa y vainilla, un postre que combina la suavidad y cremosidad de la crema con el toque ácido y refrescante de las frambuesas frescas de Cuna de Platero. Esta receta no solo es fácil de preparar, sino que además resulta perfecta para cualquier ocasión, desde una cena familiar hasta una reunión especial con amigos.

Impresiona a tus comensales con un postre que equilibra sabor y presentación, o simplemente consiéntete con un dulce que puedes disfrutar en cualquier momento. ¡Seguro que conquistará todos los paladares!

Tiempo de preparación: 30’

Raciones: 6

Calorías por ración: 350 kcal